REYES DEL LATÍN.

Leo sin asombro, que los latin quins en Cataluña pasarán a ser una asociación cultural. No es de extrañar que hayan pensado que en esta España de chorizos y mangantes, en el país donde los franquistas y etarras cobran subvenciones culturales, sea más fácil chupar del bote siendo delincuente que escribiendo un Lazarillo de Tormes. De paso, los jefes de la asociación han aprovechado las ruedas de prensa para pelotear al que suelta la pasta, asegurando que más fácil lo han tenido ellos que sus colegas en Madrid donde gobierna el pepé. Lo cierto es que los latins -alguien deberían decirles a estos chavales que están en una de las cunas del latín- no son responsables de nada en lo tocante a este tema, pues se aprovechan de los odios y fobias que existen entre las comunidades tal y como hacen los clubes de fútbol o las pasarelas de moda.

Es increíble ver la facilidad asombrosa que tenemos los españoles para integrar al emigrante, para convertirlo en español de pro como Pizarro, Juana la Loca o el Manzanares. Claro está que mejor les iría si hubiesen constituido un partido político, que ahí los mangantes de medio pelo sí que tienen un brillante porvenir.

Sea como fuere, no hacen ni más ni menos que lo que haría el español de a pie: Intentar rascar al Estado lo que antes le ha rascado el Estado a uno. Aunque eso sí, culturalmente, que una cosa es ser emigrante y otra parecer tonto del culo.